Capítulo 389. La Obertura de Morfeo.

Karl Seven, Mick Halls y yo visitamos las tiendas de cómics de Owes Hell como esos melómanos sexagenarios que van a la ópera sólo por criticar. Ya sabéis, esos que consideran que las nuevas hornadas de intérpretes y productores musicales no están a la altura de la vieja guardia y entre comentarios altaneros y pullazos despectivos rememoran tiempos supuestamente mejores. Aficionados itinerantes que nada compran porque nada valioso hay en el cómic mainstream de hoy. Nómadas de las viñetas, despectivos y ásperos con las nuevas creaciones puesto que, en la mayoría de los casos, son refritos de segunda categoría de las historias originales que leímos en nuestra infancia y juventud. Pues algo así somos nosotros. Y, en muchos casos tenemos razón pero, en ocasiones, las cosas cambian. Afortunadamente.

Tras varios años sin comprar un comic-book, el trío de gruñones despiadados de las tiendas de Owes Hell se lanzó a probar la recientemente publicada Obertura de The Sandman. Animados por el guión de Neil Gaiman, el magnífico dibujo de John H. Williams III y el amor compartido por el dios Morfeo y los Eternos nos animamos a comprarnos los dos números ya publicados por la editorial ECC. Y acertamos de pleno.  La precuela del ya legendario comic de Gaiman es estupenda. Nos está encantando. Los dos primeros números están a la altura de la historia original publicada en los años 90. Ha sido como retroceder 25 años y volver a degustar aquella obra maestra que tanto nos impresionó entonces. Con esa mitología tan inquietante y esa ambientación gótica y misteriosa apoyada en textos de inspiración literaria. Cómo no recordar aquel episodio escrito por Gaiman sobre textos de William Shakespeare, la revisión del mito de Orfeo y su trágico destino o las historias en la taberna "El Fin de los Mundos". 

Si os gusta The Sandman no deberíais perderos "Obertura". La única pega es que solo se han publicado los dos primeros números de una serie de seis y, dado que la publicación es bimestral, vamos a tardar casi un año en conocer el final de la historia. Ojalá no nos defraude. Esperaremos impacientes.