Capítulo 290. Las aventuras de Alien Gon vol. 5

- Cuaderno de Bitácora -
Día 3 de Junio de 2013 d.C. (según la notación terrícola)

A las 07:54 AM (hora terrícola estándar en NGC) los sensores de mi nave detectaron una perturbación en la doble atmósfera del misterioso asteroide Tut-Or. Intrigado por dicha perturbación atmosférica decidí desviar mi trayectoria, alcanzando la atmósfera doble de Tut-Or a las 09:26 AM del día de hoy.

El motivo de la perturbación atmosférica parece ser el paso anual del cometa Summ-ER. Un cuerpo celeste que todos los años se acerca a escasa distancia del planeta Tut-Or durante un breve pero intenso período de tiempo. Las predicciones del ordenador de a bordo indican que el paso del cometa Summ-ER incrementa la temperatura de Tut-Or hasta los 500K con el consiguiente exterminio toda forma de vida en el asteroide.

Movido por la preocupación he decidido descender en mi nave hasta la superficie de Tut-Or y entrar de nuevo en contacto con los Edukos. Esa estrafalaria raza extraterrestre que, a pesar de mi casi total desconocimiento de su extraño lenguaje, ha vuelto a recibirme muy hospitalariamente. 

Nuevamente, los Edukos se muestran como una peculiar tribu alienígena dotada de una sensibilidad muy particular. Ante mi perplejidad, los Edukos no parecen nada preocupados por la proximidad de Summ-ER y organizan un fastuoso festejo tribal. Hasta parecen contentos de que se queme todo su mundo. Las crías de Eduko se reunen en pequeños grupos y organizan juegos mientras los adultos Edukos parecen muy relajados y beben exóticos brebajes que sospecho embriagadores. Por lo que he podido entender los Edukos celebran esta fiesta antes de emigrar lejos del planeta Tut-Or.

A las 16:08 PM (hora terrícola estándar en NGC) los Edukos empiezan a abandonar su hogar en largas naves cilíndricas que emiten ruidos infernales desde su interior. Desconozco la causa de la emisión de estos terribles y martilleantes sonidos pero, en cualquier caso, he activado el filtro acústico de mi casco. El planeta ha comenzado a quemarse y yo también abandono el hogar de los Edukos. Desde la ventana de mi nave veo claramente el cometa Summ-ER y las enormes llamas que devoran toda la superficie de Tut-Or en un espectáculo trágicamente bello.

Aunque no es el final de Tut-Or. El planeta ha evolucionado conviviendo con el fuego. Tras el paso del cometa y, con el descenso de la temperatura, los Edukos regresarán y toda la vida del planeta Tut-Or se regenerará mágicamente en pocos días. Pero no deja de ser una raza interesante ésta de los Edukos. Incesantemente activos y en contínuo movimiento. Como espíritus de papel que siempre viven al límite de quemarse.

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