Capítulo 19. Donde los libros me esperan

Entre libros y viajes vive la verdadera y la única Madame George. No recuerdo exactamente cuando se trasladó a New Gon City. Hace ya tiempo de eso. Pero sí recuerdo que nos encontramos por casualidad en un viejo cine del centro. Orson Welles huía por las alcantarillas de Viena sin apenas espectadores y Anton Karas tocaba su cítara inolvidable mientras nosotros éramos amigos por primera vez. Acabamos la noche en un café y me invitó a visitar su librería mientras indagaba audazmente entre mis recuerdos.

Si bajáis por Cypress Avenue encontrareis la vieja librería junto al cementerio. Sus escaparates de vidrios gruesos protegen libros que invitan a leer a los que viven y hablan de los que se fueron. Tiene un aire antiguo y melancólico como un trasnochado fado portugués. Si entráis al interior, Madame George os acogerá cálida y sonriente. Su conversación siempre es rica y encantadora pero no os atosigará. Encontraréis lo que busquéis. Libros polvorientos de historia, modernas guías de viaje, cuentos maravillosos con tesoros y piratas y, cómo no, al fondo, en la estantería mas luminosa, los libros de poemas.

Debería dejarme caer mas a menudo por la librería de Madame George. Si pasa demasiado tiempo sin verme por allí siempre me llama para saber cómo me va. Su gente somos su agenda. A ella le gustan profundamente las personas. Tengo que ir a verla. Tengo que darle un regalo que no encuentro. Cuando lo tenga iré corriendo a la librería a dárselo y, después de pasear juntos entre tumbas y cipreses, me despediré diciéndole: "Adiós, Madame George, todos sabemos que eres fantástica."

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