Capítulo 81. "La Vida Maravillosa" de Stephen Jay Gould.

Burgess Shale es un lugar mágico situado en las montañas rocosas de la Columbia Británica canadiense. Declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1980, las rocas de Burgess Shale han custodiado durante millones de años un tesoro natural revelado hace tan solo un siglo y aún no comprendido en su totalidad. En 1909, Charles Doolittle Walcott encontró en esta formación geológica la fauna fósil mas completa y mejor conservada de organismos de cuerpo blando del Cambrico medio (hace ~500 millones de años). Los fósiles de Burgess Shale, no son simples restos de conchas, apéndices o partes anatómicas inertes de seres ancestrales. Son excelentes impresiones en roca de, organismos completos que vivieron en un período previo a la llegada de los vertebrados y del que apenas, queda testimonio biológico.  En algunos casos, la conservación de los ejemplares ha sido tan buena que, incluso, se han encontrado fósiles de animales completos en los estómagos de depredadores superiores tambien fosilizados.

La fauna de Burgess Shale ha sido crítica para tratar de describir la historia de la vida. Solo a partir de los años 70, se comenzaron a comprender algunos de los organismos encontrados en el yacimiento canadiense y, el impacto que tuvo este conocimiento, hizo temblar las bases ideológicas de los darwinistas tradicionales. Stephen Jay Gould nos guía en este asombroso viaje científico en su libro "La Vida Maravillosa" y nos convence de que la historia de la vida no es lineal ni gradual. Olvidaos del clásico esquema darwinista en el que la historia de la vida se suele representar como un árbol de estrecha raíz y copa ancha como un cono de diversificación creciente (ver el esquema superior de la figura inferior). La fauna de Burgess Shale nos enseñó que la vida en la tierra es mas bien como un arbusto de base ancha y unas pocas ramas verticales estrechas, una historia de diezmación y experimentación inicial seguida de un proceso posterior de estandarización y diversificación (esquema inferior de la figura). 

Si os animais a leer el libro, Jay Gould os presentará criaturas increíbles como OpabiniaHallucigeniaMarrella o Pikaia. Algunos de ellos con patrones anatómicos inexistentes en la actualidad. Animales maravillosos para argumentar que somos un subproducto de la experimentación natural y el azar. Que la autoconsciencia no surgiría siempre si la historia de la vida se reiniciase.  Pensadlo bien. Un libro que aunque, denso en ocasiones, es también didáctico y apasionante. Muy recomendable, no en vano es todo un clásico imprescindible de la divulgación paleontológica.

PD. Si estais interesados en la Historia Natural y el evolucionismo no dejeis de visitar El Ojo de Darwin. Un blog estupendo para perderse aprendiendo cosas interesantes.




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