Capítulo 97. La manzanita de Adán.

Un día iba Adán Gon con su hoja de parra por el jardín del Edén y se le acercó la serpiente de su trabajo diciéndole: "Adán, prueba esta manzanita.  Descubrirás un nuevo mundo." Y Adán Gon que era desconfiado respondió: "Pero si ya está mordida. Esto es una guarrada. Además, a mi me encantan mis ventanitas".  La serpiente, que era inteligente y persuasiva replicó: "Tranquilo, si la comes podrías ahorrarte todas las irritantes horas que pierdes en el mantenimiento de tus ventanitas". Así que Adán Gon, que le gustaba pecar en cuanto tenía ocasión, comió la manzana y, efectivamente, descubrió un nuevo mundo con sistemas operativos estables que ni se cuelgan ni se ralentizan con el tiempo.

Después de aquel gran descubrimiento Adán Gon, que ahora tenía mas tiempo libre, se unió al club de los ultras de la manzanita mordida. Se convirtió en un proselitista inaguantable que iba dando la brasa con la manzanita a todas las criaturas del jardín del Edén. Adán Gon, también se documentó y se enteró de que comer manzanita tenía tóxicos efectos secundarios en las condiciones laborables de determinados países y en el ecosistema mundial. Pero Adán Gon era débil y, como yonqui informático, fue incapaz de separarse de su querida manzanita mordida.

Tras años predicando en el desierto Adán Gon se sintió solo y se vino abajo. Su adicción a las manzanas era el hazmerreir de las criaturas del paraíso.  Por eso, desconsolado e incomprendido decidió no seguir dando la chapa a los demás seres del jardín del Edén. Pero antes de claudicar tuvo un arrebato final. Un último día de ira. Cogió a su concubina Eva por el pelo, la arrastró por el paraíso y la ató al arból de la ciencia del bien y del mal obligándola a comerse la manzanita a "bocaos".  Tal y como Adán preveía, Eva no se enfadó tras comer del fruto. Al contrario, le gustó mucho. Se convirtió con pasión a la nueva religión y ahora va con su manzanita a todas partes diciendo que está contentísima. Que no hay color. Que, como decía la serpiente, ha descubierto otro mundo. Que su sistema no se cuelga, que ahora es aún mas eficiente en su trabajo porque se salta a la torera las restricciones ligadas a las ventanitas.  Más tiempo libre y menos problemas para Eva.

Ahora Adán Gon va sacando pecho por el paraíso. Dios le ha dicho que se cuide del pecado de soberbia pero Adán se sienta triunfante junto a Él y le dice: "Lo que tu digas Dios pero, yo que tu, vigilaría tu sospechoso sistema operativo Creation 1.0. Es inseguro, es inestable... y lo tienes lleno de virus".