Capítulo 104. Seres abducidos.

Andaba escribiendo el post de hoy y oigo a mi vecina abroncar a su hija. Cambio de planes y reescribo todo. Mi vecina le pide a su hija que deje el ordenador. Que está abducida y no sabe hacer otra cosa. Una bronca de bastante calidad. Le doy un 8. Excelente en el fondo pero mejorable en las formas. No llega al sobresaliente por la falta de chispa en las respuestas de la hija de mi vecina. Algo de humor inglés habría servido. Algo del tipo "Mamá, déjame terminar que estoy en pleno cibersexo". Hubiera sido estupendo. Pero no. Lo dejamos en notable y en otra joven que queda secuestrada por el encanto de internet. Otra mas que se nos une al club de los idiotizados virtuales.

Hace un par de días recibo un correo de Esther Master preocupada por los efectos alienantes de la tecnología. No seré yo quien le quite razón. Con esto del blog me he convertido en un buscador de historias allá por donde voy. Tiene su lado positivo porque se afila el sentido de la observación de lo cotidiano. El malo, además de mis ansias cazalectores, es la consecuente abducción virtual.

Voy a ir a ver a mi vecina y le voy a enseñar la figura que tenéis abajo. Le diré que, va a tener que echar muchas broncas a muchas personas. Que lucha contracorriente porque el mundo de su hija está lleno de abducidos. Pero que tiene sus razones. Está bien recordar de vez en cuando que también hay mundo mas allá del Facebook...y de New Gon City.