Capítulo 47. Homenaje a una madre imperfecta

Si alguien piensa que este es un país que no está en guerra debería pasarse por mi patio de vecinos a partir de las 21:00. Aquí se libra diariamente la madre de todas las batallas. Mi vecina, tambien conocida como "la guapa del tercero" se enfrenta a su bestial descendencia en un combate feroz.  En la guerra no hay compasión con el enemigo. Y en esta menos. Las bestiales criaturas sacan todo su arsenal armamentístico y trituran sin piedad a mi desdichada vecina. Es duro decirlo porque yo estoy del lado de "la guapa del tercero" pero su victoria en la batalla cotiza a la baja.

Si alguien piensa que este es un país que no está en guerra debería escuchar los gritos que dan las criaturas bestiales cuando "la guapa del tercero" trata de darles la cena y mandarles a la cama. En ocasiones sus chillidos se prolongan hasta la medianoche. No desfallecen. No se rinden. Y mi esforzada vecina se agota mientras su voz se llena de desesperación y abatimiento. Sabe que al día siguiente librará la misma batalla y eso hunde la moral del soldado mas valeroso.

A veces me encuentro por la mañana a "la guapa del tercero". Siempre es amable pero su claro agotamiento erosiona su sonrisa. Va a llevar a su bestial descendencia al colegio. Pero ni a esas horas cesa el encarnizado combate. Las criaturas se sueltan de su mano sin permiso y corren desbocados calle abajo mientras su madre va corriendo detrás desesperada. Algún día me gustaría decirle a mi vecina que la apoyo incondicionalmente desde la retaguardia. Que estoy con ella en espíritu y secundo su causa desde tan solo unos pisos mas arriba. Yo conozco poderosos aliados que podrían ayudarle a ganar su guerra definitivamente. Me encantaría presentárselos y echarle una mano en la batalla, pero siempre he sido tímido con las chicas guapas y ella...bueno, ella es "la guapa del tercero".

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