Capítulo 151. NGC 57 AM vol.4 - Rismos de astualidá

¡Buenos días en la noche que alumbra esta Cabaña, New Gon City!

Saco el güisqui de Cheli y me sirvo el titular de esta entrega. Toca admitirlo, es una debilidad personal. Hago proselitismo incluso allá donde voy. Y es que, por una casualidad, me paré a leer con cierto detenimiento ese delirio que engendraron los imposibles Desmadre 75. Ha quedado el reiterado estribillo, pero hay perlas ahí escondidas. Hasta una versión elegante cargada de ironía se marcaron, donde la calle Mayor se tornaba en la Rue Mont Parnasse. Vaya por el maestro Reverendo que por ahí cerca andaba. Qué dirá mi primo Chris... Bueno, no hay peligro inminente. Anda en una de sus reclusiones creativas, camino de sorprendernos, quién sabe, quizá con una calabaza gigante construida de desechos metálicos reciclados en homenaje a Linus y su tradicional encomiable espera.

Pero vayamos a lo que toca. La tecla. La que se pulsa con una desconocida pócima elaborada por un druida que conoce fórmulas secretas para el común de los músicos que buscan el éxito. O a lo mejor es el éxito el que encuentra artistas fieles a su creatividad. De un modo u otro, si múltiples grupos acudieron a la cueva de Alí-Baba con la esperanza de que sus melodías abrieran las puertas, aquí unos que entraron. Una sólida base de folk, pero sin duda más bajo el paraguas de la americana music, y que viva Manolo Fernández, que de su Londres de origen. Añaden un aliño de ritmos pop, un punto místico por aquí, algunos toques épicos por allá. Quizá no se percibe nada nuevo por separado, pero todo junto conforma una de las pócimas secretas del druida, la que hace hablar las palabras mágicas a la puerta de la cueva. Desde luego, la receta funciona magníficamente en manos de buenos músicos con toda la solvencia para los directos. Se esperaba con expectación el lanzamiento de su segundo disco y han correspondido con la contagiosa y hasta catártica "I will wait", ritmos de actualidad...


Complemento idóneo, unos que se ganan a pulso que el éxito les toque con la barita un día de estos. Han terminado por ser imprescindibles tras perserverar alejados de 'hitazos', inmersos en la discreción, pero con una consistencia más allá de toda duda. Porque si no es fácil identificar destacados singles, aún más complicado resulta toparse con un borrón en la discografía de Calexico. Década y media aportando su cuidado pop-rock "tex-mex", en este caso sí con aires de su natal Tucson, Arizona. La última muestra, "Algiers", engancha desde los primeros acordes, que ya le sumen a uno en delicada placidez. El título, referencia a un barrio de Nueva Orleans, destaca el giro que se percibe en muchos temas a salirse del "frontericismo", pero sin renunciar a su señas de identidad. Baladas exquisitas como "Fortune Teller" y, claro que sí, también aportando sus ritmos de actualidad con "Splitter"... Ese separador que distingue a los que no se resignan a una mediocre realidad y parten en busca de sus sueños. Por imposibles que se antojen, encontrarán tan variopintos como solidarios compañeros de aventura. Desde situaciones diversas, todos confluyendo en el camino...

 
...menuda iluminación (!). Ahora lo comprendo: todos estos años mi primo Chris se recluye de cuando en cuando, pero donde nosotros lo vemos afanado en mayúsculas composiciones artísticas, él construye una antena con la que contacta con un mundo extraterrenal habitado por los escogidos que sintonizan en sueños. La pulsión creativa no es sino la llamada de sus compañeros de viaje. ¿O somos nosotros su mundo paralelo? Tengo que pensar sobre ello. "Construye tu Cabaña", me dijo, cuánta razón tenía. Vuelve pronto Chris, se te echa de menos.

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